domingo, 16 de noviembre de 2014

ORIENTACIONES PARA EL AULA ANTE PROBLEMAS DE CONDUCTA

Tomado de www.lookfordiagnosis.com
1. DIFICULTADES DE CONDUCTA:
Cada niño es un mundo y no hay estrategias universales eficaces para todos ellos. Lo que funciona bien en un niño puede no ser eficaz en otro. Aun así, hay una serie de principios que utilizados con la suficiente destreza pueden ponernos en el buen camino para establecer, modificar o eliminar conductas en niños. Es fundamental la colaboración familiar en cualquier intervención que nos planteemos:
1.1. ESTABLECER NORMAS
Establecer normas sobre el trabajo en clase: ej. trabajar en la tarea, permanecer en su sitio, terminar las tareas,…Repetir las normas con frecuencia y reforzar a los alumnos/as por cumplirlas.
1.2. REFORZAR LAS CONDUCTAS ADECUADAS E IGNORAR LAS INADECUADAS
Describir los comportamientos que serán reforzados: seguir las instrucciones del profesor, persistir en el trabajo escolar e individual, permanecer sentado, etc. Ignorar las conductas inadecuadas y cuando no sea posible porque sean muy molestas, utilizar el tiempo fuera. Describir los comportamientos que serán objeto de extinción y castigo, por ejemplo: hablar e interferir en el trabajo de los compañeros, levantarse, no hacer las tareas y precisar los efectos asociados a éstos. Establecer un sistema de puntos en la escuela y en la casa. Comunicarse con los padres para compartir información respecto al progreso del niño, de tal manera que le puedan reforzar en casa por dicho comportamiento. Utilizar un sistema de puntos en los que toda la clase es premiada consiguiendo algunos beneficios por el cumplimiento de las normas. Enseñar al niño formas adecuadas de comunicar sus necesidades a los demás (ej.: esperar su turno, levantar la mano,…). Establecer contratos de conducta estableciendo qué se espera de él y qué recompensas obtendrá cuando cumpla los acuerdos.
1.3. SUPERVISAR CON FRECUENCIA
Mirar al alumno/a a menudo encontrando alguna consigna como tocar la espalda, pasar por su lado con el objeto de asegurarnos que ha empezado la tarea. Supervisar para anticipar y prevenir situaciones que sabemos que pueden representar un problema  (por ejemplo, al terminar una actividad o participar en una tarea grupal) y generar mayor seguridad y autocontrol.  
1.4. UTILIZAR LAS HERRAMIENTAS BÁSICAS PARA EL CONTROL DEL COMPORTAMIENTO
Los premios, los privilegios de clase, la atención del profesor, los puntos individuales, los puntos de grupo, los autorregistros de rendimiento, el reconocimiento público, el tiempo fuera de refuerzo positivo, retirada de atención del profesor, el castigo como consecuencia directa de la mala conducta, la práctica positiva y el autorrefuerzo positivo colectivo para el control del comportamiento y la mejora del rendimiento escolar
1.5. TÉCNICAS DE MODIFICACIÓN DE CONDUCTA
1.5.1. Moldeamiento de la conducta.
Se utiliza para incorporar nuevas conductas positivas, no presentes en el repertorio actual, y para afrontar las situaciones de riesgo con alternativas deseables. El adulto enseña, paso a paso, mediante aproximaciones sucesivas y refuerzo la respuesta que deseamos establecer.
1.5.2-Economía de Fichas.
Estas técnicas resultan muy útiles para el establecimiento de conductas alternativas de colaboración en el aula y actividades cotidianas. Básicamente consiste en entregar reforzadores (puede ser algún tipo de ficha, moneda, etc...) cuando aparezca la conducta deseada. Posteriormente y según un plan trazado con anterioridad, se intercambiarán por un premio mayor. El principal reto de ésta técnica es que una vez retiremos los reforzadores materiales, los propios refuerzos naturales (respuesta positiva del entorno ante el cambio) lleguen a mantener por sí solos las conductas en cuestión.
1.5.3-Coste de la respuesta.
Puede aplicarse conjuntamente con la economía de fichas. Consistiría en la retirada de alguno de los reforzadores entregados contingentemente a la aparición de la conducta no deseada y previo acuerdo por las partes.
1.5.4-Tiempo Fuera.
Contingentemente a la emisión, por parte del niño, de la conducta inadecuada, se le retira del lugar o separa del grupo durante un tiempo breve (5 a 10 minutos). El adulto, cuando procede a separar al niño, debe procurar hacerlo sin violencia verbal o física y diciéndole que en cuanto corrija su actuación volverá a la situación de inicio. Esta técnica puede provocar reacciones emocionales colaterales y debe utilizarse con prudencia en función de la edad del niño y el tipo de conducta.
1.5.5-Reestructuración Cognitiva-Auto-instrucciones – Autocontrol.
Mediante estas técnicas se pretende dar un nuevo significado a las situaciones problema. Se enseña al niño a controlar y modificar las ordenes verbales interiorizadas que pueden estar formando parte de la génesis del problema. Para que el niño aprenda a comportarse de forma más apropiada necesita estar convencido de que la nueva forma de comportarse le traerá mayores beneficios.
1.5.6-La Relajación.
La relajación puede ser útil, en algunos casos, como complemento del tratamiento terapéutico. Se enseña al niño estrategias cuyos resultados contrarrestan los elevados niveles de activación fisiológica que suelen preceder a la conducta agresiva.
1.5.7-Contrato Familiar.
Especialmente útil para casos de adolescentes que viven en un constante conflicto con sus padres y otros familiares (hermanos, abuelos, etc...). Cuando las cosas están muy difíciles en las interacciones familiares, el Contrato Conductual, establecerá por escrito una serie de acuerdos, pactados de común acuerdo por las partes (adolescente y resto familia) y que regulará nuevas formas de interacción. El adolescente puede obtener así una serie de beneficios (p.e. llegar un poco más tarde el fin de semana sin recibir broncas) pero tendrá que comprometerse a mantener limpia su habitación o a estudiar un determinado tiempo. El Contrato debe especificar claramente todas estas circunstancias y deberá ser firmado por las partes, entregando una copia al tutor/orientador.
1.5.8-Habilidades Sociales.
El entrenamiento en Habilidades Sociales es uno de los más utilizados en el tratamiento de las conductas disruptivas y/o agresivas. Su principal objetivo es enseñar al niño conductas más eficaces que puedan ser empleadas en distintas situaciones sociales. Habilidades como conversar, relacionarse con sus iguales, expresar sus ideas, sentimientos e incluso sus quejas, puede hacerse sin utilizar la agresividad o la coerción.
1.5.9-La Intención Paradójica.
Supone un recurso alternativo cuando otras estrategias más convencionales no han acabado de funcionar. Introducen elementos nuevos no esperados en las consecuencias de las conductas disruptivas y provocan en los niños o jóvenes un cortocircuito en el círculo habitual acción-reacción. Las instrucciones resultan paradójicas (no esperadas para el niño). Se le pide que haga justo lo que él está acostumbrado a hacer para llamar la atención y provocar el enfado de los demás. Ello supone un cambio de contingencias en la situación. En resumen, el poder de la técnica se basa en su capacidad de sorprender y cambiar las contingencias de las situaciones, en especial, aquellas que se han cronificado.


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